La enfermería es un colectivo mayoritariamente femenino: el 87% de sus profesionales son mujeres, por lo que más de 260.000 mujeres están 24 horas al día, los 365 días al año demostrando su excelencia profesional y prestando a los pacientes la asistencia sanitaria y los cuidados necesarios.
“Incluso hoy en día, muchas personas siguen teniendo un concepto trasnochado de las enfermeras como una profesión supeditada a otra antiguamente copada por varones o tienen que aguantar que se dirijan a ellas de forma inadecuada, con actitudes arcaicas, ofensivas, sexistas o que directamente menoscaban su capacidad profesional por el hecho de ser mujer”.
A estas actitudes “se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en tiendas de disfraces, publicidad de salvajes fiestas universitarias, en series, películas o en los medios de comunicación”.
El Consejo General de Enfermería (CGE) se ha dirigido por carta a las principales asociaciones feministas de ámbito nacional para que, con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se celebra cada 8 de marzo, tanto en el manifiesto como en los diversos actos que están organizando destaquen la labor que llevan a cabo las enfermeras españolas en este año 2020, designado por la Organización Mundial de la Salud como Año Internacional de las Enfermeras y Matronas.
La enfermería es un colectivo mayoritariamente femenino: el 87% de sus profesionales son mujeres, por lo que más de 260.000 mujeres “están 24 horas al día, los 365 días al año demostrando su excelencia profesional y prestando a los pacientes la asistencia sanitaria y los cuidados necesarios”. “Mujeres -añade la misiva que firma Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería- que deben lidiar con turnos muy variables que dificultan la conciliación y que, a menudo, tienen que soportar comentarios machistas, vejaciones, ataques o insultos por su condición de mujer”.
Tal y como recuerda la carta “incluso hoy en día, muchas personas siguen teniendo un concepto trasnochado de las enfermeras como una profesión supeditada a otra antiguamente copada por varones o tienen que aguantar que, como comentaba, se dirijan a ellas de forma inadecuada, con actitudes arcaicas, ofensivas, sexistas o que directamente menoscaban su capacidad profesional por el hecho de ser mujer”.
Un claro ejemplo, reflejado en el escrito, es la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que “ha dictaminado que las enfermeras no pueden dirigir centros de Atención Primaria, algo que para el Tribunal sólo deben realizar los médicos, cuando nuestra formación en gestión es, cuando menos, la misma. ¿Cómo no pensar que lo que subyace en decisiones de este estilo no es sino el machismo que todavía impera en nuestra sociedad?”, se pregunta Pilar Fernández.
Estereotipo sexual
A estas actitudes “se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en tiendas de disfraces, publicidad de salvajes fiestas universitarias, en series, películas o en los medios de comunicación”. “Todavía hoy, las enfermeras se enfrentan a comentarios machistas o referencias a su persona como ‘nena’, ‘niña’, ‘guapa’ o ‘señorita’”, destaca la vicepresidenta del CGE.
Tal y como recuerda la misiva “históricamente, la profesión ha tenido que luchar para ser reconocida dentro del sistema sanitario. El punto en el que se encontraba nuestra profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actual en el sistema sanitario y la sociedad, pero aún queda mucho camino por recorrer”.
Así, subraya que “nuestro trabajo, el trabajo de las enfermeras, consiste en cuidar y curar al paciente. Para ello, necesitamos una alta cualificación. Nuestra formación académica es de cuatro años y dos de especialidad. Contamos en estos momentos con un gran número de profesionales enfermeros con grados de máster y doctorado. Nuestra carrera universitaria requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; hoy, nuestros profesionales gozan de un gran prestigio en el ámbito internacional, pero debemos acabar con el machismo que impera en nuestro día a día y para ello necesitamos de vuestra ayuda y de la visibilidad que otorgan las movilizaciones que cada año organizáis con motivo del 8M”, sostiene Fernández.
Asociaciones
El Consejo General de Enfermería ha remitido su petición a las siguientes organizaciones: Acción social por la Igualdad; Asociación ‘yo no renuncio’ (Club de las malas madres); Coordinadora de Organizaciones de Mujeres para la Participación y la Igualdad; Federación Mujeres Jóvenes (FMJ); Federación de Mujeres Progresistas; Federación Estatal de Organizaciones Feministas; Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Agentes y Promotoras de Igualdad de Género (FEPAIO); Fundación Anabella; Fundación Mujeres; Lobby Europeo de Mujeres en España; Mujeres en Igualdad; Plataforma 8 de marzo; e incluso a la sede de ONU Mujeres en Nueva York.