Gema Freire.- Los enfermeros Antonia de la Flor, Rafael Rodríguez y Patrocinio Núñez del Hospital Universitario de Puerto Real acaban de presentar una guía de procedimientos, recomendaciones y cuidados para pacientes afectados por COVID-19 con el objetivo de mejorar la asistencia que se les presta en su centro sanitario. Estos profesionales trabajan en la planta de Cardiología-Neumología-Infecciosos, una unidad que con motivo de la pandemia tuvo que reconvertirse en zona COVID para dar respuesta a la presión hospitalaria.
Antonia de la Flor nos explica, a lo largo de la siguiente entrevista, cómo surgió esta iniciativa que va en sintonía con la línea que se marcó hace años el Hospital de Puerto Real como centro comprometido con la excelencia de cuidados. En ese sentido, la guía canaliza todo el procedimiento. Desde cómo realizar el aislamiento respiratorio de un paciente, hasta como depositar sus pertenencias, pasando por el manejo de los aparatos de electromedicina, organización de zonas limpias y sucias y como moverse por ellas, manejo de los equipos de protección individual (EPI), funcionamiento del personal espejo o la importancia de mantener la comunicación del paciente con sus familiares.
¿Cómo surge la iniciativa?
Al principio de la pandemia, en febrero de 2020, hubo que adaptar nuestra unidad, situada en la tercera planta, para convertirla en planta COVID. En un abrir y cerrar de ojos, nos vimos trabajando bajo presión asistencial, con la incertidumbre de no saber qué iba a pasar mañana, adaptándonos a un entorno muy cambiante, con un gran componente emocional, experimentando unos sentimientos poco conocidos por nosotros, como el pánico, el terror, el miedo a nuestra propia salud y la de nuestras familias. Hemos tenido muchas situaciones de estrés, hemos reído y hemos llorado. Nos hemos sentido impotentes, aunque en todo momento hemos estado unidos, y hemos aprendido, más que nunca, a trabajar en equipo. En esos momentos la capacidad de aprendizaje y adaptación al cambio fue abismal.
Durante la primera y segunda ola de la pandemia se estuvo trabajando con estos pacientes en ambas unidades situadas en la tercera planta del hospital. Pero la tercera ola llegó con más fuerza y fueron muchos los pacientes hospitalizados por este virus. También hubo que adaptar toda la primera planta del hospital porque, en cuestión de días, la presión hospitalaria fue muy grande y los profesionales que allí trabajaban se encontraron con la misma experiencia que ya habíamos vivido nosotros. Es ahí donde nos dimos cuenta de que teníamos una herramienta perfecta para ayudarles a afrontar esta nueva situación que no era otra que nuestra experiencia. Teníamos que transmitirles todo lo que habíamos aprendido, con la idea de evitar repetir errores y ayudarles a afrontar esta nueva situación. Fue entonces, en plena tercera ola, cuando surgió la idea de realizar esta guía de cuidados para la atención de los pacientes con Covid-19.
¿Cuál es su finalidad?
El objetivo fue estandarizar todos los cuidados que ya nosotros llevábamos meses realizando a nuestros pacientes. Queríamos tener un documento “referencia” para cualquier profesional del hospital, principalmente de enfermería, que se viera en la necesidad de trabajar con este tipo de patología y así detectar precozmente las complicaciones que puede presentar el paciente COVID.
¿En qué consiste y qué fuentes habéis utilizado para ello?
Es un documento que tiene la finalidad de dar a conocer la información técnica y operativa sobre los procedimientos de trabajo en las unidades de hospitalización con pacientes COVID-19 confirmados y las medidas de prevención y control de la infección SARS-COV-2 de acuerdo con las recomendaciones del servicio de prevención de riesgos laborales del Hospital y de los documentos técnicos del Ministerio de Sanidad de España.
El procedimiento es aplicable a todas las unidades hospitalarias durante la atención sanitaria ante casos en investigación, sospechosos o confirmados de infección por SARS-COV-2.
¿Cuánto tiempo llevabais trabajando en esta guía?
Empezamos a trabajarla en enero, pero recoge todos los procedimientos que hemos estado trabajando desde el principio de la pandemia, hace ya más de un año, por lo que atesora un valor añadido, ya que ha ido modificándose y adaptándose a los muchos cambios que ha experimentado el conocimiento sobre esta enfermedad, nueva para todos.
¿Qué aspectos trata este documento?
La dificultad de su elaboración reside, precisamente, en la amplitud de aspectos que abarca la guía. De este modo, aborda procedimientos puramente técnicos como la metodología del aislamiento respiratorio de los pacientes ingresados, o el manejo y esterilización de los aparatos de electromedicina, pero también tiene en cuenta cuestiones que surgen en el día a día sobre el manejo de estos pacientes, como por ejemplo, cómo y dónde depositar las pertenencias del paciente, la gestión de los residuos generados en una zona contaminada, la organización de zonas limpias y sucias y como moverse por ellas. Al tratarse de una entidad nueva y con tantas implicaciones en la salud de los profesionales, uno de los apartados que más hemos trabajado es el relacionado con la protección del personal sanitario, especialmente el manejo de los equipos de protección individual ( EPI ), y la dinámica de trabajo con lo que hemos denominado “el personal espejo”, que son los compañeros que se quedan fuera de la habitación para atender y recoger toda la información que le transmite el compañero que está dentro.
Esta guía se detiene en un apartado importante como es la comunicación con las familias de los pacientes, ¿qué datos aporta o qué medidas establece?
Por todos es conocido el impacto sobre la salud que tiene esta enfermedad y la elevada mortalidad que conlleva, sobre todo en personas mayores. Pero quizás ha calado menos en la opinión pública un añadido a la ya complicada situación de los pacientes ingresados y es la soledad a la que se han visto abocados debido a las estrictas normativas de aislamiento. Ya no es solo que el paciente esté grave, asfixiándose por culpa de la enfermedad, sino que además lo sufre en soledad. Esta situación excepcional de aislamiento que requieren estos pacientes ha generado un marcado estrés psicológico y no sólo en el propio paciente, sino también en su familia o entorno. En este sentido, la guía trabaja este aspecto instando a los profesionales a aplicar medidas de acercamiento a los pacientes ingresados, favoreciendo la comunicación con los familiares mediante videollamadas. En definitiva, ayudándoles a sentirse “menos aislados” de lo que en realidad están.
El Hospital de Puerto Real lleva varios años trabajando en buenas prácticas clínicas como centro comprometido con la excelencia en cuidados. ¿Este trabajo que habéis realizado está encaminado a continuar en esta línea?
Claro que sí. Este documento pretende ser una guía de buenas prácticas clínicas que reestructure las intervenciones y dinamice las actuaciones para ofrecer mejores cuidados a nuestros pacientes.
Una vez que se publica este documento, ¿Qué se hace? ¿Se implanta en todo el Hospital? ¿De qué manera?
La implementación de la guía es tan o más importante casi que la elaboración de ésta. De nada sirve haberle dedicado horas de trabajo a recoger la evidencia y plasmarla en un documento, si después queda guardada en un cajón. Para ello, una de las ideas innovadoras que acompaña esta Guía es la adaptación de su contenido a la herramienta web Genially, que permite plasmar las claves del documento en un documento interactivo, donde a “golpe de dedo” podemos acceder a todo su contenido, incluidos los anexos y enlaces a vídeos explicativos de YouTube.
De esta forma, hemos transformado un documento cuya lectura puede resultar en ocasiones monótona, en una herramienta interactiva, mucho más accesible para los profesionales.
¿La implementación de esta guía permitiría que se puedan realizar trabajos de investigación a posteriori?
Es una muy buena pregunta. La implementación de la guía no solo conseguirá mejoras en el manejo de los pacientes por parte de la enfermería, sino que, al estandarizar los cuidados que prestamos a los pacientes, esto hará que los datos sobre cada paciente estén recogidos de una forma más homogénea. Tras la implementación de la guía de cuidados será más fácil analizar, por ejemplo, las cifras de tensión arterial o de saturación de oxígeno que tienen los pacientes en un momento concreto (al ingreso, al alta, tras recibir cierta medicación…) y disponer de la misma información en muchos pacientes es la base para realizar proyectos de investigación.
Enhorabuena por esta guía que seguro será de valiosa utilidad para muchos compañeros, tanto del Hospital de Puerto Real como de otros centros sanitarios.