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El enfermero, Manuel Rodríguez Palma, recibe el premio al mejor artículo de 2021 de la revista norteamericana «Wound Ostomy and Continence Nursing Association»

El doctor enfermero, Manuel Rodríguez Palma.

Gema Freire.- La revista “Wound, Ostomy and Continence Nursing Journal” que edita la asociación científica de enfermeras especialistas en Heridas, Ostomías y Continencia de Estados Unidos, ha otorgado el premio al Doctor Enfermero, Manuel Rodríguez Palma, por el artículo, fruto de su tesis doctoral ‘Marco conceptual para la dermatitis asociada a la incontinencia (DAI)’, basado en la revisión del alcance y el proceso de consenso de expertos

En este artículo propone algo que aún no se había realizado: un marco teórico multifactorial que identifica como factores etiológicos de la DAI, los mecanismos fisiopatológicos y los principales factores de riesgo para el desarrollo de la misma.

Rodríguez Palma es Doctor por la Universidad de Alicante, Máster en Ciencias de la Enfermería por la Universidad de Alicante, Experto en el Cuidado de las Úlceras por Presión y Heridas Crónicas, enfermero especialista en Enfermería Geriátrica y miembro del comité director del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP).

A lo largo de su carrera profesional ha trabajado tanto a nivel asistencial –en primaria, hospitalaria y sociosanitaria-, a nivel de gestión –como enfermero supervisor-, y también en la docencia e investigación. Actualmente, trabaja como enfermero en la Residencia de Mayores “José Matía Calvo”, en Cádiz.

 

La revista norteamericana “Journal of Wound, Ostomy & Continence Nursing” (JWOCN) le acaba de otorgar el premio al mejor artículo publicado en 2021, ¿se lo esperaba?

En absoluto. Ni yo ni el resto de enfermeros con los que comparto autoría, un fantástico grupo de investigadores y, sobre todo, amigos con los que tengo la suerte de trabajar habitualmente: los doctores Francisco Pedro García Fernández y Pedro Luis Pancorbo Hidalgo, de la Universidad de Jaén, José Javier Soldevilla Ágreda, del Servicio Riojano de Salud y José Verdú Soriano, de la Universidad de Alicante.

La mera publicación del artículo en una revista tan prestigiosa a nivel internacional ya supuso un premio y en ningún momento pensamos que nuestro trabajo pudiese ser elegido el mejor artículo clínico de los publicados en ese año. De hecho, cuando nos escribieron para comunicarnos la concesión del premio la primera reacción fue de enorme incredulidad acompañada de sorpresa, aunque eso sí, después se transformó en alegría.

¿Qué ofrece de novedoso este artículo?

La Dermatitis Asociada a la Incontinencia (DAI) es una forma de dermatitis de contacto irritante que se observa en pacientes con incontinencia fecal y/o urinaria, y que afecta a un importante grupo de población en los distintos ámbitos de atención.

A pesar de la publicación en la última década de una serie de artículos de investigación y revisión sobre la DAI, seguían existiendo lagunas sobre su identificación, características y abordaje. El único modelo conceptual publicado data de 1993 y se basó en una revisión de la literatura y en los modelos existentes para las lesiones por presión y la dermatitis del pañal en niños.

Es por lo que nos planteamos clarificar los aspectos relacionados con la génesis de la DAI y, a través de una revisión de alcance y un proceso de consenso de expertos, elaborar una propuesta de marco conceptual que definiera los agentes etiológicos, sus mecanismos fisiopatológicos y los factores de riesgo, estableciendo al mismo tiempo las interrelaciones entre todos estos componentes, algo que no se había planteado hasta ahora de forma concreta.

¿Y cuál fue el resultado de ese trabajo?

El resultado es un marco conceptual para la DAI que establece la materia fecal líquida, la orina contaminada con bacterias y la exposición combinada a heces y orina como principales agentes etiológicos. Estos agentes contribuyen al exceso de hidratación y alcalinización de la piel, mecanismos fisiopatológicos que favorecen la aparición de daño cutáneo. Y al mismo tiempo identifica ocho factores de riesgo que predisponen a las personas a padecer DAI: mal estado de la piel, uso incorrecto de productos absorbentes, cuidado inadecuado de la piel, obesidad, trastorno de la oxigenación de los tejidos, deterioro cognitivo, deterioro del estado de salud y consumo de medicamentos. De esta forma, podemos saber qué produce la DAI, cómo se desarrolla y qué factores pueden contribuir en menor o mayor medida a su aparición y severidad.

Esta publicación forma parte de su tesis doctoral ‘Marco conceptual para la dermatitis asociada a la incontinencia’, ¿Por qué eligió este tema?

La DAI se incluye dentro del grupo de lesiones cutáneas asociadas a la humedad, de las que se empezó a hablar en España allá por el año 2006. Hasta esa fecha a estas lesiones se las identificaba erróneamente como úlceras por presión, pero a partir de entonces empezaron a identificarse y diferenciarse en base a su distinta etiología.

Ya entonces vimos que la DAI son lesiones con una prevalencia e incidencia elevadas, presentes en todos los entornos de atención, y que tienen un considerable efecto en el bienestar físico y psicológico de las personas, así como un importante impacto negativo en términos de dolor y sufrimiento, pudiendo incrementar la morbilidad, la duración y el coste de la estancia.

Al seguir profundizando sobre el tema, descubrimos que había mucho publicado, pero no “nos servía” para entender por qué y cómo se producían estas lesiones. Si éramos capaces de estructurar toda esa información de una forma lógica y comprensible podríamos avanzar en la detección e identificación de los factores relacionados con la DAI para así ayudar a los profesionales a establecer qué intervenciones preventivas y/o terapéuticas necesitaban ser implementadas.

Y así, casi sin darme cuenta, me embarqué en la tesis doctoral con el objetivo de desarrollar un modelo teórico sobre los factores asociados con la aparición de la DAI en adultos, que finalmente defendí en diciembre de 2015, y que posteriormente sirvió de base para éste y otros artículos.

Primera página del artículo.

Cualquier estudio, y más en el campo sanitario, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes, ¿es relativamente sencillo implantar el modelo que plantea en nuestros centros sanitarios?

Ya he comentado que este marco conceptual intenta representar la compleja interrelación entre los distintos agentes etiológicos, los mecanismos fisiopatológicos que ocasionan la agresión cutánea y los posibles factores asociados que pueden influir en mayor o menor medida en la aparición y severidad de la DAI. El objetivo no es otro que facilitar la comprensión del proceso de desarrollo de la DAI, para ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar el tipo de lesión, identificar a las personas en riesgo, y establecer medidas de prevención y tratamiento adecuadas y efectivas.

Por tanto, es tan sencillo como “actualizar” nuestros conocimientos en este campo, ya que como planteamos en nuestra investigación, algunos de esos factores contribuyentes pueden ser modificables a través de intervenciones eminentemente enfermeras. Intervenciones que, como en muchos otros casos, deberían ir precedidas de la formación de los profesionales y del compromiso de las instituciones para facilitar los medios y recursos adecuados -tanto materiales como humanos- si realmente se pretende mejorar la calidad de la atención a los pacientes.

De hecho, tal ha sido la relevancia del trabajo que la “Wound, Ostomy & Continence Society” lo ha incluido en la Colección de materiales para la formación de enfermeras especialistas…

Pues otra sorpresa y un motivo para sentirnos halagados. Imagino que habrán considerado que nuestro trabajo tiene la suficiente importancia para incluirse entre los materiales propuestos para la formación continuada sobre dermatitis asociada a la incontinencia de las enfermeras de dicha asociación.

Además de su trabajo diario, actualmente, ¿está implicado en algún otro proyecto?

¡Uf!, más de los que quisiera (ríe). Con respecto al marco conceptual de la DAI, seguimos revisando y actualizando sus contenidos en base a los últimos estudios publicados, y paralelamente estamos realizando la validación del modelo desde una perspectiva clínica a través del proyecto de tesis de una de nuestras doctorandas.

Además, formar parte del GNEAUPP “obliga” a estar embarcado en nuevos proyectos. Ahora mismo, estamos inmersos en la revisión de la tercera edición del libro “Atención Integral de las heridas crónicas”, y en las múltiples tareas de nuestro cercano XIV Simposio Nacional que se celebrará en Burgos del 24 al 26 de mayo, evento referente en nuestro país en el cuidado de las heridas. Al mismo tiempo, continuamos participando en diversas actividades docentes, formativas y de investigación.

¿Qué importancia tiene para usted la investigación dentro de la Enfermería?

Es fundamental. Considero que nuestra disciplina ha avanzado y crecido muchísimo en el campo de la investigación, y que hemos de seguir trabajando en esta línea. Hay que realizar investigación básica y aplicada. Seguir investigando en temas eminentemente enfermeros, dirigidos a la satisfacción de las necesidades y expectativas del usuario, ya que contribuirán a mejorar los resultados en salud.

Por ello, hemos de insistir y trabajar en difundir y diseminar el conocimiento generado entre las enfermeras, aprendiendo a evaluarlo de forma sistemática y crítica para establecer su utilidad, y principalmente, lograr su implementación en la práctica asistencial. Junto a esto, las instituciones para las que trabajamos deben conocer también el resultado de nuestras investigaciones y cómo puede contribuir a mejorar la práctica clínica, para que ayuden y favorezcan su implementación. Sin olvidar, por supuesto, a los destinatarios de nuestros trabajos: la ciudadanía, que, a través de los medios de comunicación y redes sociales, por ejemplo, debe conocer nuestra investigación y cómo va a influir en el cuidado de su salud. Como enfermeras hemos de seguir investigando, pero también no menos importante, saber “vender” lo que hacemos.