Colegio de Enfermería de Cádiz / Gema Freire.- El próximo 28 de septiembre se cumplirá un año desde que la enfermera Olga Paloma tomase posesión de su cargo como Directora de Secretariado de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Cádiz. Se da la circunstancia de que es la primera vez que un profesional enfermero ocupa este puesto en una Universidad española. Desde el punto de vista de Paloma Castro, los enfermeros pueden aportar una visión amplia de la investigación y están capacitados para entender las particularidades de diferentes áreas de conocimiento. Esta enfermera es Licenciada en Documentación, Master en Innovación e Investigación en Cuidados de Salud y Doctora en Ciencias de la Salud. Paloma Castro es Profesora Titular de Universidad e investigadora principal del grupo de investigación CTS 1019 Metodología de la Investigación y Lenguajes Enfermeros Estandarizados. Además, imparte asignaturas del Grado en Enfermería relacionadas con la salud reproductiva, las TIC´s aplicadas a los cuidados de salud y con los cuidados transculturales. Ha participado y liderado numerosos proyectos de innovación docente, así como en la publicación de guías de prácticas para estudiantes.
Su actividad investigadora se ha difundido a través de Congresos Nacionales e Internacionales, y a través de la publicación de diferentes artículos, diez de ellos en revistas internacionales de Enfermería de reconocido prestigio. También es coautora de capítulos de libro, como los publicados recientemente en el libro Investigación en Metodología y Lenguajes Enfermeros, editado por Elsevier.
Actualmente está dirigiendo 5 tesis doctorales a alumnos de doctorado del área de Enfermería.
¿En qué consiste su puesto?
Se trata de un puesto de gestión dentro del vicerrectorado de investigación de la Universidad de Cádiz. Dentro de mis competencias está la gestión del plan propio de investigación y transferencia de la Universidad. El objetivo de este plan es mejorar la formación de sus investigadores, así como promover e impulsar la investigación que se desarrolla en la Universidad de Cádiz y su transferencia a la sociedad. La Universidad de Cádiz invierte una buena parte de su presupuesto en este plan, financiando diversas actividades como los institutos de investigación, proyectos, actividades formativas y de divulgación, movilidad, becas pre y postdoctorales, etc.
¿Es la primera vez que un enfermero ocupa este puesto?
Creo que sí, o al menos no tengo constancia de que así sea en alguna otra universidad.
¿Qué puede aportar una enfermera a la Dirección de un área de estas características?
Pues creo que desde la Enfermería podemos aportar una visión amplia de la investigación y entender las particularidades de diferentes áreas de conocimiento. Al ser una ciencia social de la salud, estamos acostumbrados tanto a la investigación en áreas básicas como aplicadas, y a sus diferentes métodos.
Por otro lado, quería decir en este sentido, que una de las razones que me motivó a aceptar el cargo fue precisamente porque creo que a través de este puesto se visualiza la Enfermería como área que también investiga y que haga que, tal vez, alguien se pregunte sobre qué y cómo investigamos. Por ello, me gustaría agradecer esta oportunidad al vicerrector de Investigación, Casimiro Mantell Serrano, y al equipo rectoral de la Universidad de Cádiz que avaló mi propuesta.
Como sabe, el Colegio de Enfermería de Cádiz apuesta por la Investigación enfermera y para ello creó hace un año el área de Apoyo y Promoción a la Investigación que dirige, con muy buenos resultados, la enfermera Carmen Ruiz Barbosa, ¿qué le parece que un colegio profesional esté dando pasos en este sentido?
Esta iniciativa me parece imprescindible y necesaria si se quiere el desarrollo de la Enfermería como disciplina y profesión. Creo que es fundamental que las diversas instituciones corresponsables en el desarrollo de la Enfermería colaboren y pongan en marcha actividades de formación y asesoría en metodología de la investigación que nos permitan obtener proyectos competitivos.
La elección de Carmen Ruiz Barbosa creo que ha sido todo un acierto, ya que, al ser enfermera, además de una excelente profesional, se garantiza la adecuación de la metodología a nuestras necesidades, ya que a veces es necesario adaptar los métodos tradicionales o hacer nuevos desarrollos metodológicos.
¿Cuáles son las principales barreras de la Enfermería para investigar?
Pues a priori uno de los principales problemas sería la falta de tradición y equipos de investigación específicos, así como la falta de formación metodológica. Hasta hace 5 años no podíamos acceder al doctorado y por tanto a la capacitación investigadora.
Pero, por otro lado, creo que es cuestión de rol o imagen profesional. En Enfermería tenemos un gran campo de investigación, especialmente en el desarrollo de nuestro rol independiente. Todos sabemos del carácter humanista de nuestra profesión y de la perspectiva integral con la que se deben abordar las distintas situaciones de salud de las que somos responsables. Esta dimensión social de la Enfermería, es la que considero llena de significado, nuestro cuerpo de conocimiento, y nos permite hacer una aportación única a la ciencia.
Pero como señalan algunos autores, parece que hay cierta resistencia por parte de los profesionales de la salud a interpretar los hechos sociales y culturales que determinan la salud, centrándose más en la investigación clínica. Evidentemente, la estructura organizativa del sistema sanitario está actualmente dirigida en este sentido, por lo que, aunque cada vez sea más clara la necesidad de incorporar esta dimensión a los cuidados, los profesionales tenemos escasa capacidad de acción en este sentido.
A pesar de esto, creo que lo importante es que las enfermeras seamos conscientes de nuestro rol, y tengamos el conocimiento y la motivación suficiente como para poner en marcha proyectos que visibilicen nuestra labor, dirigidos a ofrecer unos cuidados humanistas cada vez de mayor calidad y evidencia científica.
¿Crees que todas las enfermeras deberían investigar?
Por supuesto que no, pero si tenemos la responsabilidad profesional de consumir y aplicar la investigación a la práctica. De nada sirve la investigación primaria si luego nadie la aplica. Por eso también es importante la formación en investigación secundaria, es decir, aquella investigación que nos permite realizar un proceso de búsqueda y análisis de información para actualizar conocimientos e identificar la evidencia científica disponible sobre un tema.
¿Cómo crees que se puede impulsar la investigación en Enfermería?
Pues, aunque es cierto que no todas las enfermeras estamos formadas o disponemos del apoyo o el tiempo necesario para investigar, si sería deseable la creación de grupos de investigación heterogéneos compuestos por enfermeras con mayor experiencia asistencial y otras con mayor experiencia investigadora. De este modo se crearía la simbiosis necesaria para realizar una investigación útil y de calidad.
En nuestro grupo de investigación hay enfermeras de los diferentes ámbitos y es una experiencia muy positiva para todas. Por este motivo, aunque mi trayectoria profesional ha estado enfocada hacia la docencia, la investigación y ahora la gestión universitaria, no me siento para nada alejada de la realidad asistencial. Además de toda la experiencia que me aportan las compañeras, también siento que mi trabajo aporta a la asistencia, a la mejora de los cuidados y al desarrollo de nuestra disciplina. Es cuestión de valorarnos mutuamente, coordinarnos y aportar cada uno nuestras habilidades y experiencia para hacer investigación en cuidados.
¿Cuál es la línea de investigación de vuestro grupo?
Nuestra línea de investigación es en Metodología Enfermera y Lenguajes Enfermeros Estandarizados. Aunque a priori puede parecer una línea teórica y alejada de la realidad asistencial, es todo lo contrario. Nosotros intentamos hacer más válidos y operativos los lenguajes o taxonomías enfermeras, es decir, intentamos que reflejen realmente las respuestas humanas de los pacientes y el trabajo diario de las enfermeras clínicas con los beneficios que ello supone para ambos. Con ello pretendemos, en cierto modo, disminuir las resistencias de algunos profesionales a su uso y facilitar a los mismos su utilización, ya que creemos que es muy importante tener un lenguaje estandarizado, que nos permita estructurar nuestro cuerpo de conocimiento y que permita que todas las enfermeras del mundo hablemos el “mismo idioma”. Esto no sólo facilita la comunicación entre profesionales, y por tanto la continuidad de cuidados, sino que favorece una práctica reflexiva, más centrada en el paciente y basada en la evidencia. Además promueve la consecución de resultados, facilitan la medición de resultados sensibles a la práctica enfermera y colabora con el desarrollo de estándares de enfermería. Del mismo modo, la estandarización de las situaciones de salud que la enfermera aborda y de su práctica facilita realizar investigaciones tanto a nivel nacional como internacional sin el problema constante de no poder realizar comparaciones entre los resultados de las mismas por no manejar los mismos conceptos.
¿Qué proyectos de investigación habéis trabajado o estáis trabajando en estos momentos?
Uno de los proyectos desarrollados ha sido la validación del diagnóstico NANDA-I Duelo en casos de pérdida perinatal, es decir, hemos analizado si las manifestaciones (características definitorias) recogidas en este diagnóstico se adecuan y están presentes en las personas que han sufrido una pérdida perinatal. Esto nos permite realizar un mejor diagnóstico y, por tanto, una mejor planificación de los cuidados para favorecer el desarrollo de un duelo saludable. Es decir, si identificamos que el sentimiento de culpa es una de las principales manifestaciones presentes en el duelo tras una pérdida perinatal, sabemos que debemos prestar especial atención a la valoración de este aspecto y a trabajar la resolución de la culpa. También hemos identificado nuevas manifestaciones específicas, propuestas a NANDA-Internacional para su inclusión en próximas ediciones de la Taxonomía, como puede ser el aislamiento social. Esto nos parece importante, porque si las manifestaciones no están descritas y organizadas en la Taxonomía, tal vez nadie las valore e intervenga sobre ellas o al menos no de forma sistematizada. En esta misma línea hemos desarrollado también en base a investigación, un protocolo de abordaje de la pérdida perinatal y hemos adaptado y validado la Perinatal Grief Scale (Escala de Duelo Perinatal) para poder ser utilizada con rigor en nuestro país. Esta Escala nos permite discriminar entre la presencia de un duelo activo o un posible duelo complicado tras una pérdida perinatal.
Otros proyectos que tenemos activos consisten en el desarrollo de herramientas que nos permitan hacer la NOC más objetiva. Estamos en la fase final de validación de dos cuestionarios, uno para evaluar la NOC “Conocimiento: Lactancia Materna” en los futuros padres y otro para la NOC “Conocimiento: dieta prescrita” en pacientes con diabetes tipo II. Simplemente hemos desarrollado, en base a la bibliografía y al criterio de expertos, cuatro preguntas por cada indicador de la NOC que nos sirva de guía para puntuar cada uno de ellos en base al número de aciertos. También se está desarrollando una app con el cuestionario sobre el conocimiento de la lactancia materna que permite ofrecer una retroalimentación a los padres de las preguntas erróneas. Son muchas las posibilidades de investigación que ofrecen las Taxonomías Enfermeras y además es una investigación fácilmente transferible a la práctica.
Finalmente, qué le dirías a compañeros/as que les gustaría investigar y no saben por dónde empezar
Les diría en primer lugar que lo más importante es la idea y luego que busquen asesoramiento para llevarla a cabo. Las ideas deben surgir del día a día, no tiene que ser algo muy complejo, sino que aporte respuestas a las necesidades de los usuarios, de los profesionales o de la institución. También les diría que tengan cuidado porque la investigación engancha y cuando te das cuenta estás demasiado ilusionado y motivado como para volver a la rutina.