En caso de conseguir autorización se haría un reparto transparente y equitativo a toda España, consensuado con los Colegios provinciales y basado en parámetros justos y solidarios: número de contagiados y pacientes hospitalizados, necesidades asistenciales, total de profesionales, etc
Hemos seleccionado proveedores internacionales con plenas referencias y credibilidad para que el material de seguridad sea homologado y tenga todas las garantías de calidad
La Organización Colegial de Enfermería intentó hace dos semanas comprar mascarillas a una fábrica española «pero el Gobierno ya había decretado las medidas del Estado de Alarma y no pudieron vendérnoslas. Casi quince días después, nuestros compañeros siguen desprotegidos»
Ante la situación desesperada que viven los profesionales sanitarios en los hospitales de toda España, obligados a prestar su asistencia sin disponer del material de seguridad necesario para protegerse frente al contagio del COVID-19, la Organización Colegial de Enfermería se ve obligada a actuar. Tal y como explica el presidente de la Organización Colegial de Enfermería, Florentino Pérez Raya, «no estamos dispuestos a que pase ni un día más sin que los profesionales sanitarios dispongan del material de seguridad necesario para protegerse contra el COVID-19 mientras cuidan de los pacientes, por eso, hemos decidido actuar ya. Nuestro objetivo es conseguir los premisos necesarios para poder realizar compras masivas de todo el material homologado que sea necesario y devolver la protección y la seguridad a los profesionales sanitarios».
La Organización Colegial de Enfermería, que engloba a todos los colegios provinciales de España, a los Consejos Autonómicos y al Consejo General de Enfermería, ya ha seleccionado proveedores internacionales con plenas referencias y absoluta credibilidad para poder llevar a cabo compras masivas de material de seguridad homologado y plenas garantías de calidad. «Hoy mismo, vamos a solicitar al Ministerio de Sanidad y al Gobierno los permisos necesarios para cerrar la primera compra que estaría compuesta por mascarillas autofiltrantes FFP2 y FFP3 o de protección equivalente (N95). Si podemos concluirla con suficiente éxito, estudiaríamos la posibilidad de encargar todo tipo de material de seguridad con la supervisión de las enfermeras que están viviendo la pandemia y conocen bien cuáles son las carencias más flagrantes de material de seguridad».
Reparto transparente y equitativo a toda España
El presidente de la Organización Colegial confía en el sentido común de las autoridades para que «nos permitan llevarla a cabo de inmediato porque nuestro único objetivo es llevar de forma urgente material de seguridad a los profesionales sanitarios que se están dejando la piel y jugando la vida por los pacientes». Asimismo, explica que «si efectivamente conseguimos el visto bueno del Gobierno y podemos realizar la compra, se haría un reparto transparente y equitativo a toda España, consensuado con los Colegios provinciales de Enfermería y basado en parámetros justos y solidarios como necesidades asistenciales, número de personas contagiadas, de pacientes hospitalizados y de profesionales sanitarios, etc».
El presidente de las 307.000 enfermeras y enfermeros de España ha pedido claramente al Ejecutivo de Pedro Sánchez «que nos dejen hacer la compra y llevarle recursos de inmediato a los profesionales porque la única realidad es que éstos llevan días luchando contra el COVID-19 sin armas, sin protección, entregados a un contagio prácticamente seguro». Así, Florentino Pérez Raya ha recordado que las autoridades sanitarias llevan semanas hablando de aviones repletos de material o anunciando compras masivas que llegarán en semanas, «sin embargo, la única realidad, a día de hoy, es que los profesionales siguen trabajando sin protección y jugándose no solo su vida, poniendo en riesgo al resto de pacientes y también a sus familias, con las que conviven cuando llegan a casa».
Florentino Pérez Raya ha relatado que la Organización Colegial de Enfermería ya intentó hace dos semanas comprar mascarillas a una fábrica española «para distribuirlas a los profesionales de toda España, pero el Gobierno ya había decretado las medidas del Estado de Alarma y no pudieron vendérnoslas. Casi quince días después nuestros compañeros siguen desprotegidos».