El pasado viernes 11 de agosto conocimos el fallecimiento de nuestra querida Loli, quien, durante más de 40 años, dedicó su vida a nuestro Colegio de Enfermería de Cádiz, liderando con lealtad institucional, maestría protocolaria y elegancia, labores de organización y gestión. La que fue eterna secretaria de todos los Colegiados de Cádiz que vivía y amaba nuestra profesión como si fuera la suya propia.
Pasado el primer impacto tras conocer tan triste suceso, queremos reconocerle, de nuevo, los grandes valores que desplegó con todos los que tuvimos la oportunidad de coincidir o trabajar junto a ella.
Una mujer fuerte, con carácter y con garra, condiciones que en muchos momentos fueron fundamentales para sacar adelante el trabajo y los múltiples retos y desafíos a los que tuvo que enfrentarse nuestra organización colegial durante años
Destacó por su gran capacidad para mimetizarse, integrarse y emocionarse con todo lo que olía a Enfermería. Marcó un estilo sabio y de impecable protocolo, en las actividades llevadas a cabo por nuestro Colegio, desde las más rutinarias hasta las más complejas, que nos dignificó con un sello de clase. Sencilla, educada, rigurosa, pasional y cercana a la vez, trabajando en ocasiones desde el anonimato que requería su encomienda, consiguió que el Colegio, los que trabajamos con ella y los colegiados brilláramos y fuéramos importantes.
Conocía como nadie la trayectoria del Colegio desde la década de los 70 y era capaz de aglutinar en su mente multitud de fechas, anécdotas y momentos importantes de su historia, porque nuestra historia, era también la suya.
En la primavera del año 2018, al poco de su jubilación, fue nombrada Colegiada de Honor como reconocimiento a su trabajo, su fuerza, su pasión y a la valiosísima ayuda que supuso para nosotros contar con sus consejos y sabiduría.
Loli, como la llamábamos todos, ha dejado un vacío que nos sobrecoge. Sin embargo, la estela del sello que imprimió con su estilo será siempre un norte para nosotros. La recordaremos siempre con esa sonrisa con la que la vivimos durante 40 años. Una sonrisa que nunca se borró de su cara, ni incluso en estos últimos meses, cuando peleaba con fuerza y rabia contra los serios problemas de salud que le sorprendieron.
Porque siempre es importante guardar las cosas buenas de las personas que han sido parte de nuestras vidas, y así lo haremos. Y aunque en nuestro Colegio, no haya espacio suficiente para guardarlas, si lo hay en nuestros corazones, en los corazones de todos los que hemos tenido la enorme suerte de disfrutarla.
Descanse en Paz.
La Junta de Gobierno y todos los trabajadores del Excmo. Colegio Oficial de Enfermería de Cádiz