La actividad, organizada por el Colegio de Enfermería de Cádiz, a través del área de Matronas, tendrá lugar el próximo 23 de marzo, a las 18 horas, en el salón de actos de la sede colegial
Gema Freire.- 20 años en ayuda humanitaria con Médicos sin Fronteras alrededor del mundo, además de una amplia experiencia en los sistemas sanitarios de Francia y España. Ésta es la trayectoria profesional de Daniela Abadi, obstetra y comadrona argentina, afincada en Francia. El próximo 23 de marzo pisará tierras gaditanas de la mano de la vocalía de matronas del Colegio de Enfermería para pronunciar su primera conferencia gesticulada titulada “La rabia en el cuerpo”. Una disertación que abandona el estilo clásico habitual y que mezcla ciencia y experiencia y que tiene como tema principal la violencia obstétrica. Esta fórmula teatralizada se ha desarrollado mucho en Francia en los últimos años como método para divulgar conocimiento, especialmente entre la población.
¿Qué nos quiere contar con “La rabia en el cuerpo”?
Quiero expresar cómo el cuerpo de la mujer sufre y resiste. La rabia desde un punto de vista liberador, de decir que no, de resistir, etc. Cuando empiezo a escribir me baso en mi experiencia personal, pero utilizo también datos estadísticos actuales y revisiones para darle cuerpo a ese pequeño monólogo que también trabaja sobre las emociones.
¿Es la primera conferencia gesticulada que ofrece?
He hecho muchas conferencias a lo largo de mi vida como cooperante, pero siempre han sido al estilo clásico. Este tema lo desarrollé hace un año y medio. Hice talleres de capacitación para formarme en conferencia gesticulada. Cada alumno tenía que elegir un tema y yo escogí el de la violencia obstétrica porque lo he vivido de primera mano y lo he visto en muchísimas mujeres en todas las partes del mundo a lo largo de mi carrera profesional.
La he representado cinco veces en Francia con muy buena acogida y un interesante debate posterior. Acabo de ofrecerla en Barcelona, el 15 de marzo lo haré en Bilbao y el 23 en Cádiz.
Costa de Marfil, Paquistán, Afganistán, Uganda, Venezuela, Bolivia, Congo… Ha estado usted por más de una veintena de países ¿Detecta algún problema común a todas las mujeres?
Sí, yo creo que la violencia obstétrica es universal por desgracia. Mujeres en situación de vulnerabilidad, maltratadas o discriminadas las hay en todas partes del mundo. Son los mismos problemas en todas partes, el problema es que en algunos lugares están más silenciados porque las mujeres están menos empoderadas.
¿Qué le gustaría transmitir con su conferencia?
Está muy dirigida a un público general. Me gustaría que asistieran usuarias que no tienen conciencia de esos problemas. Intento hacer un reconocimiento a la existencia de esta violencia para que se deje de banalizar y silenciar. El objetivo es que se tome conciencia poco a poco y se respete la autonomía de las mujeres y su deseo de cuidar de su salud porque es un derecho de la persona.
Quiero transmitir a las matronas que tenemos que luchar contra la violencia obstétrica y actuar como resistencia dentro y fuera de las estructuras de salud para evitar que este tipo de situaciones se produzcan.
¿Esperaba esta acogida y este interés fuera de Francia?
Para nada, ni siquiera en Francia. Tengo 69 años, a nivel profesional he trabajado mucho y ahora estoy en una etapa diferente de mi carrera, más de transmisión de mi experiencia a otras matronas y a otras mujeres en general. Una amiga que trabaja en teatro me habló de estas conferencias y me apunté porque me parecía interesante. Es una aventura muy agradable y la conferencia está tomando vuelo por sí sola.
¿Le ha costado adaptar la obra a España?
Es una conferencia basada en la vivencia y no quería desvirtuar ese enfoque. Me he informado de lo que ocurre en España, pero no me ha supuesto un problema porque ha quedado en un segundo plano las particularidades de un determinado país. Las profesionales que escuchen conocerán su realidad concreta mejor que yo, por lo que prefiero tratar el tema desde un punto de vista más general.