Las enfermeras son cruciales para lograr el mejor equilibrio entre calidad, acceso y costes de la sanidad y, sin embargo, hacen falta más de 130.000 de estas profesionales para llegar a la media europea.
Para 2030, la Organización Mundial de la Salud prevé una carencia de 10,1 millones de profesionales sanitarios cualificados. Esta escasez de personal, incluidas las enfermeras, se pone de manifiesto como uno de los mayores obstáculos para la eficacia de los sistemas de salud. Sin embargo, la inversión en personal sigue siendo reducida. Cada vez hay menos expectativas de que los países ricos y pobres, por igual, consigan ser autosuficientes a nivel nacional para gestionar la oferta y la demanda de su país en materia de recursos humanos para la salud realizando una planificación adecuada al respecto.
En la mayoría de los sistemas de salud, la partida dedicada al personal sanitario representa aproximadamente el 70% del gasto recurrente. Sin embargo, cabe recordar que no es posible tener un sistema de salud fuerte sin personal sanitario que ofrezca buenos resultados. En otras palabras, no se puede lograr que la población esté sana sin invertir en la fuerza laboral sanitaria. Como destaca el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), “cada vez hay más evidencia de que, además del beneficio económico de mantener a las personas sanas, las inversiones en personal de salud pueden tener repercusiones positivas en el desarrollo socioeconómico. Tenemos que transformar la forma tradicional de considerar el personal de salud como un coste o gasto recurrente para pasar a considerar la inversión en él como una estrategia para lograr la salud para todos y lograr el crecimiento de las economías creando puestos de trabajo cualificados en el sector público”.
España no es ajena a esta realidad
Con motivo del Día Internacional de la Enfermera, el Consejo General de Enfermería recuerda que España no es ajena a esta realidad. Para Máximo González Jurado, presidente de la organización, “las enfermeras son cruciales para lograr el mejor equilibrio entre calidad, acceso y costes de la sanidad y, sin embargo, hacen falta más de 130.000 enfermeras para llegar a la media europea. La respuesta de nuestros gestores ante este déficit no ha sido tratar de paliarlo, sino optar por destruir aún más puestos de trabajo para intentar salir de la crisis económica a costa de nuestra profesión: se han despedido nueve enfermeras por cada médico en la crisis y hay comunidades, que rompiendo cualquier principio de equidad en el Estado, tienen tres veces más profesionales de enfermería que otras”.
El presidente de la Organización Colegial ha sido tajante en su diagnóstico: “Todos los datos y estudios científicos avalan que en nuestro país convive un llamativo superávit de médicos junto con un dramático déficit de enfermeras. Situación muy preocupante sobre todo en un contexto de creciente envejecimiento, cronicidad y dependencia en el que estamos abocados a un nuevo paradigma sanitario basado en el “cuidar” y no solo en el “curar”.
Ya existen investigaciones que demuestran, con evidencia científica, que “la reducción de 8 a 4 en el número de pacientes que atiende una enfermera –añade– implica 5 vidas salvadas por cada mil pacientes sometidos a cirugía y, por el contrario, la saturación de la carga asistencial se traduce en un incremento del 14% en el riesgo de fallecimiento en 30 días para cada paciente. En insuficiencia cardíaca, por ejemplo, se puede disminuir un 70% la estancia hospitalaria cuando se implanta la enfermera gestora de casos. El número de enfermeras y su rol influye en el devenir del sistema y en la salud de los pacientes”.
El presidente de los enfermeros españoles asegura que “la enfermería puede tener una gran repercusión en la reducción de los costes de la salud y en la mejora de la calidad de los cuidados. Sin embargo, la realidad no parece buscar ese equilibrio entre calidad y presupuestos, pues lejos de contemplar un aumento de los profesionales de enfermería, en el sistema público hay 138.000 médicos y 165.000 enfermeras, cuando la proporción de profesionales en los países más avanzados es de un 30% de médicos por un 70% de enfermeras. En Atención Primaria, clave en el sistema, se cuenta con 35.000 médicos por sólo 30.000 enfermeras”.
Para González Jurado, “analizando cuáles son las necesidades asistenciales de una población cada vez más envejecida y cuál es la realidad de nuestra profesión se demuestra que ambas variables son incompatibles a día de hoy. La pregunta es, cuándo van a comprenderlo, de una vez por todas, nuestros gestores sanitarios”, sostiene.
Día Internacional de la Enfermera
Cada 12 de mayo, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Enfermera, una fecha en la que se conmemora el nacimiento de Florence Nightingale (1820-1910) considerada la creadora del actual modelo de enfermería moderna. Coincidiendo con esta celebración, cada año, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) –organismo internacional, con sede en Ginebra y máximo exponente representativo de la enfermería a nivel mundial, dedica esta jornada a difundir un tema de especial trascendencia para la salud de las personas.
Para el año 2016, el lema elegido es ‘Las enfermeras: una fuerza para el cambio. Mejorando la capacidad de recuperación de los sistemas de salud’, que tiene por objeto poner de manifiesto la necesidad de contar con sistemas de salud fuertes y resilientes, que además de para responder eficazmente a los desafíos, son fundamentales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.