Manuel Amezcua, presidente de la Fundación Index.
Este jueves el Colegio de Enfermería de Cádiz celebra en la Facultad de Enfermería y Fisioterapia la I Jornada sobre Conocimiento Enfermero donde se dará a conocer la firma del convenio alcanzado con la Fundación Index. A partir de ahora, los colegiados podrán acceder a los valiosos recursos de los que dispone esta entidad, referente en investigación enfermera a nivel nacional e internacional.
Esta jornada contará con la participación de Manuel Amezcua, presidente de la Fundación, que ofrecerá una conferencia titulada “Liderazgos y Promoción del Conocimiento en Enfermería”.
A lo largo de la siguiente entrevista, conversamos con él sobre la evolución de la investigación en enfermería y sobre la importancia de que los colegios profesionales apuesten por potenciar el tejido investigador para el desarrollo y el crecimiento de la profesión.
¿Cuál es el grado de interés de los enfermeros por la investigación?
Manuel Amezcua: como en todas las disciplinas aplicadas, en la Enfermería existe una minoría numerosa interesada por la investigación. Las enfermeras en nuestro país muestran un interés creciente como consecuencia de los cambios cualitativos que se han producido en las últimas décadas en la profesión, especialmente en el área académica y profesional con el progresivo desarrollo de las especialidades. Hoy existen excelentes investigadores enfermeros, con una producción muy consolidada, y lo que es mejor, que trabajan por el impacto social del conocimiento. En realidad deberían ser ellos los protagonistas de la agenda informativa de la profesión, si no fuera por la tendencia que tenemos en recrearnos en las malas noticias.
¿Cómo ha sido la evolución de la investigación enfermera en los últimos 20 años?
M. A: Cuando nació el proyecto Index, hace casi 30 años, apenas se publicaban en España tres o cuatro revistas de Enfermería, con un marcado tinte informativo. Hoy son medio centenar las revistas que publican resultados de investigación. El crecimiento de la actividad investigadora en nuestro país ha sido exponencial, contando hoy con un tejido de apoyo muy respetable, entre revistas, sociedades científicas, programas especializados de educación superior, eventos de todo tipo, etc. La existencia de la propia Fundación Index, dedicada expresamente a la investigación enfermera, es una muestra de ello. Quizá falte más promoción de la actividad investigadora por parte de las administraciones públicas y de los liderazgos enfermeros, que tienden a perpetuarnos a los investigadores en un estado embrionario crónico que contradice el natural desarrollo de esta parcela profesional.
¿Cree que desde los colegios profesionales y las universidades se potencia la investigación?
M. A: En lo que yo conozco se hace de manera muy desigual. Por supuesto que hay instituciones que vienen apostando de manera muy decidida por su tejido investigador, y no es raro que nos encontremos en el camino, pues los recursos de la Fundación Index se hacen imprescindibles cuando se trata de promover la utilización del conocimiento científico disciplinar. En la actualidad hay media docena de colegios de Enfermería en nuestro país con los que venimos desarrollando regularmente estrategias de apoyo a sus investigadores, que logran incrementar su actividad tanto cuantitativa como cualitativamente.
Respecto a las universidades ocurre algo parecido, aunque las nuevas Facultades de Enfermería se vienen dejando arrollar por los viejos sistemas de evaluación, que ponen énfasis en el rendimiento individual, por lo que no se está aportando tanto como esperábamos al desarrollo disciplinar. Digamos que se están publicando muchos estudios, pero hay pocos descubrimientos que contar. En una disciplina aplicada como la Enfermería, esto debemos corregirlo lo antes posible o la sociedad seguirá teniendo dificultades para reconocer lo que hacemos.
¿En qué proyectos está trabajando actualmente la Fundación Index?
M. A: En más de los que sería capaz de contar, pero hilando con lo último, acabamos de desarrollar un modelo de gestión del conocimiento enfermero que pone énfasis en el impacto social de la investigación. “Conocimiento de Código Pi” le llamamos, pues se basa en tres prioridades y 14 estrategias con las que un investigador puede lograr resultados que, repercutiendo en su área disciplinar, logre influir sobre las políticas de salud y obtenga el reconocimiento por la ciudadanía. Estamos trabajando con universidades de México y Colombia de manera experimental y pronto esperamos probarlo también en nuestro medio.
Otra iniciativa que hemos iniciado es el desarrollo de modelos de Enfermería de Práctica Avanzada que pongan en valor la capacidad transformadora de nuestra profesión. Hemos comenzado con la Enfermería en Estomaterapia organizando un Máster en la Universidad de Granada que está resultando muy exitoso. A la vez colaboramos con la Estrategia de Cuidados del SAS en la definición de competencias de estas enfermeras para su posterior acreditación como Práctica Avanzada. Y a la vez el Máster está siendo fuente de captación de recursos para la actividad investigadora, en unos momentos en que los fondos gubernamentales están sufriendo mermas importantes.
También merece que reseñe la creación de un mapa bibliométrico de la actividad investigador enfermera iberoamericana, que esperamos sea una realidad en el segundo semestre, lo que nos permitirá conocer cómo se distribuye la investigación por áreas geográficas, instituciones, tipos de estudios, etc.
¿Qué significa para los colegiados de la provincia la firma del convenio con el Colegio de Enfermería de Cádiz?
M. A: Creemos que supondrá una gran oportunidad, no solo para los investigadores, sino para las enfermeras clínicas en general, pues el Colegio hará accesible a sus colegiados recursos tan valiosos como la base de datos CUIDEN, la segunda con mayor contenido enfermero detrás de la anglosajona CINHAL y la primera en español. Podrán consultarla libremente en su versión avanzada con su código de acceso como colegiado, además de conocer el impacto de las revistas enfermeras y consultar a texto completo más de 20.000 documentos en la Hemeroteca Cantárida y otros fondos accesibles desde la plataforma Ciberindex.
Igualmente podrán acceder en condiciones preferentes a todas las actividades docentes e investigadoras que realiza la Fundación Index, además de asistir a las reuniones científicas que organizamos periódicamente en áreas como la Investigación Cualitativa, la Enfermería Comunitaria o la Enfermería Basada en la Evidencia.
Realmente esperamos que los colegiados acojan con entusiasmo estos recursos y los utilicen tanto si son investigadores noveles como consagrados, si son académicos o gestores, o si son enfermeras asistenciales interesadas en aplicar en su práctica clínica los resultados de investigación.
¿Se ponen en práctica en hospitales, clínicas y centros de salud, los avances en investigación?
M. A: Cada vez son más las enfermeras interesadas en el movimiento de las prácticas basadas en la evidencia. Sin embargo, tenemos estudios que ponen de manifiesto las dificultades que tienen para acceder a las fuentes de conocimiento, para seleccionar los resultados de mayor calidad o para implantarlos en entornos asistenciales concretos. Y esto tenemos que cambiarlo.
El Observatorio de Enfermería Basada en la Evidencia (EBE) de la Fundación Index viene trabajando desde hace doce años para ayudarles en este proceso, por ello ponemos a disposición del Colegio de Enfermería de Cádiz nuestros programas de capacitación en EBE y sus metodologías de búsqueda bibliográfica, elaboración de guías de recomendaciones para pacientes, etc. Además, a partir de ahora los colegiados recibirán alertas sobre los últimos hallazgos en investigaciones de calidad que aparecen publicadas en las revistas enfermeras, lo que sin duda favorecerá su actualización y la posibilidad de utilizarlas en la práctica.
¿Qué consejo le daría a los enfermeros que quieren iniciarse en este campo?
M. A: Esto es más difícil. A mis alumnos de Enfermería suelo decirles que no se apesadumbren por el horizonte laboral tan gris que se abre ante ellos. Hemos elegido una de las profesionales más reconocidas universalmente, portadora de valores que entroncan con los derechos humanos más básicos, y por ello considerada como una de las profesiones más éticas. Por tanto tenemos una profesión imprescindible, en la que tarde o temprano tendrán la oportunidad de desempeñarse. Y podremos hacerlo desde cualquier ámbito asistencial, pero también necesitamos buenos profesores, mejores gestores e investigadores vocacionales.
Que cada cual elija su camino y lo transite con honestidad, capacidad de entrega y compromiso. Que no comprometan su reputación profesional con trampas ni chapuzas. Y a los aspirantes a investigadores que no se dejen embaucar por quienes promueven prácticas poco éticas ni por la impostura de algunos criterios de evaluación. Que se dejen guiar por su curiosidad y que disfruten cada descubrimiento por extraño o inútil que parezca. Y que se rodeen de buenos maestros. Y que les hagan caso.
Reseña
Manuel Amezcua es enfermero y Doctor en Ciencias Socio-Sanitarias. Ejerce como profesor de la Universidad de Granada y es Presidente de la Fundación Index, una organización no gubernamental dedicada a promover la investigación en Enfermería. Ha ejercido durante 25 años diferentes puestos directivos en el Servicio Andaluz de Salud. Como investigador es autor de una docena de libros y más de 200 artículos sobre Investigación Aplicada a los cuidados, Cultura de los cuidados, Historia de la Enfermería, Evaluación del Conocimiento Científico, y Antropología de la Salud. Es editor de varias revistas científicas y productor de la base de datos CUIDEN, siendo en la actualidad el autor más citado de Enfermería en español. Profesor invitado en universidades de una decena de países en Europa y América, desarrolla proyectos de consultoría en gestión del conocimiento para diferentes instituciones a nivel internacional.
