Gema Freire.- Fue una crónica contada en primera persona acerca de la violencia obstétrica, desde las vivencias y experiencias de una matrona, Daniela Abadi, que durante 25 años ha acompañado a centenares de mujeres de todo el mundo en sus momentos más íntimos y únicos. Este jueves sacó la rabia de su cuerpo en la conferencia teatralizada que ofreció en el salón de actos del Colegio de Enfermería de Cádiz organizada por la vocalía de matronas.
Daniela Abadi trajo el testimonio cualificado de la realidad indeseable que viven muchas mujeres y que en lo últimos veinte años se conoce como ‘violencia obstétrica’. En muchos casos se practica por parte de los profesionales por desconocimiento y por haber interiorizado una praxis que a veces no tiene en cuenta la voluntad de las mujeres.
Quería transmitir a sus compañeras matronas que tienen que luchar contra la violencia obstétrica y actuar como resistencia dentro y fuera de las estructuras de salud para evitar que este tipo de situaciones se produzcan. Y lo consiguió, o al menos, removió conciencias.
En palabras de la vocal Matrona del Colegio provincial, Rosa Girón, fue una conferencia “intensa, de las que mueven muchas cosas por dentro y nos da la oportunidad de reflexionar pausadamente sobre la violencia que sufren las mujeres y la que permitimos que sufran día a día en todos los lugares del mundo”.
Para Abadi la violencia obstétrica “es universal por desgracia” porque compañeras en situación de vulnerabilidad, maltratadas o discriminadas las hay en todas partes del mundo: “Son los mismos problemas en todas partes, el problema es que en algunos lugares están más silenciados porque las mujeres están menos empoderadas”, añadió.
Por citar un ejemplo, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU solicitó a España el año pasado que respetase la autonomía y la capacidad de las mujeres para permitirles tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva, brindándoles información completa en cada etapa del parto y exigiendo que se obtenga su consentimiento libre, previo e informado para cualquier tratamiento invasivo durante la atención del parto.
Para el Presidente del Colegio de Enfermería, Rafael Campos, este tipo de actividades son necesarias. “Trabajamos con personas y tenemos que evitar que la rutina nos absorba y nos distraiga de lo que realmente sienten y desean las personas a las que atendemos. En este caso son mujeres que todavía hoy tienen y sufren una gran dependencia de los profesionales sanitarios que no siempre cuentan con su opinión ni con sus derechos”. “Si con ello hemos logrado que los asistentes reflexionen sobre cómo hacemos las cosas y cómo podemos mejorarlas, hemos conseguido el objetivo que nos propusimos cuando organizamos esta actividad”, añadió Campos.